Si, porque desde la improvisación se trabajan aspectos fundamentales como aprender a escuchar al otro, aceptar y desarrollar propuestas, vincularse con gente muy diferente a uno mismo, adaptarse a situaciones nuevas e inesperadas y trabajar en equipo.
Siempre armamos nuestras jornadas en base a las necesidades de cada cliente, para cada situación puntual. Hemos dado jornadas para satisfacer distintos tipos de requerimientos, como integrar a personas de diferentes áreas de una empresa, fomentar el desarrollo creativo de un grupo, organizar jornadas recreativas, trabajar con la motivación grupal para enfrentar un desafío, resolver problemas de comunicación en la empresa, y muchas otras.
Además el uso de esta técnica no solo es beneficioso para el trabajo grupal, si no también para el desarrollo individual.