La cena de navidad sabe mucho mejor si esta acompañada de unas risas y no hay nada más eficaz que acompañar la remesa de un monologo personalizado.

Gracias a la improvisación la creación de de guiones personalizados no solo será divertida si no que también interactivas, haciendo participes a los asistentes de las locuras que suceden a lo largo de la historia.

Tanto si la sala dispone de equipo de sonido como si no, podremos hacer el show. Además el formato de monologo ofrece la ventaja de necesitar de muy poco espacio para su representación y ser muy económico porque solo cuenta con la asistencia de Ernesto Zuazo.

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